“Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe.” — Hebreos 12:2 📖
💬¿Has confiado en alguien que luego te falló?
Puede haber sido un líder, un amigo cercano, un familiar,
incluso alguien que decía amar a Dios.
Al principio todo parecía bien…
Pero luego, esa confianza se quebró.
Dijeron una cosa… pero hicieron otra.
Te prometieron acompañarte… y se alejaron.
Te hablaron de amor… pero te juzgaron sin entender.
Y no solo te dolió lo que hicieron.
Te dolió más porque creías que “ellos eran distintos”.
💭 Reflexión:
La verdad es que todos —incluso los que amamos a Dios—
somos frágiles, inconstantes, emocionales.
A veces decepcionamos sin querer.
Y otras veces, simplemente… no estamos a la altura de lo que otros esperaban.
Por eso, Hebreos 12:2 no dice “puestos los ojos en la
gente”,
sino puestos los ojos en Jesús.
Porque Él es el único que nunca falla.
No porque se esfuerce más…
sino porque Él es perfecto. Amor completo. Fidelidad constante. Paz
verdadera.
✝️ Jesús no decepciona
Jesús no te va a dejar en visto.
No se va a olvidar de ti cuando más lo necesites.
No va a traicionar tu confianza ni va a sacar en cara tu pasado.
Jesús es el que se queda cuando todos se van.
El que no se asusta por tus heridas.
El que no se cansa de ti.
Cuando pongas tu mirada en Él, tu alma va a respirar
diferente.
✨ Jesús y Judas (Mateo 26:47–50)
Jesús sabía que Judas lo iba a traicionar.
Sabía que esa noche, uno de los suyos lo entregaría.
Y aún así…
le lavó los pies.
Lo llamó “amigo”.
Jesús no se define por cómo lo tratan.
Él responde desde el amor que no cambia.
Y si trató así a quien lo traicionó…
imagina cómo tratará a ti, que aún lo estás buscando.
🧠 ¿Sabías que nuestro
cerebro crea una especie de “esperanza ideal” cuando admiramos a alguien?
Esa imagen perfecta hace que, cuando esa persona nos decepciona, el golpe sea
doble: duele lo que hicieron… y duele que los teníamos en un pedestal.
Pero Jesús no te invita a idealizarlo.
Te invita a conocerlo.
Y cuando lo conoces… no te decepcionas.
Te sana. Te sostiene. Te transforma.
🤍 Hablemos claro...
La iglesia no está llena de gente perfecta.
Los líderes también tienen luchas.
Los hermanos también fallan.
Y eso no justifica nada, pero nos recuerda esto:
Tu fe no debe estar basada en personas, sino en Jesús.
Porque Él… nunca cambia. Nunca miente. Nunca falla.
❓ Preguntas para meditar:
- ¿He puesto mi mirada más en personas que en Aquel que me salvó?
- ¿A quién necesito quitar del centro de mi fe… para volver a poner a Cristo ahí?
- ¿Estoy dispuesto a mirar otra vez a Jesús, aunque los demás me hayan decepcionado?
💡 Pensamiento del día:
“Cuando mi alma se cansa, levantar la mirada a Jesús lo cambia todo.”
🙏 Oración:
Jesús, a veces he puesto mi esperanza en personas que no
supieron cuidarla.
Y me he cerrado, incluso contigo.
Pero hoy quiero volver a mirar hacia Ti.
No hacia la herida, no hacia la decepción… sino hacia Tu rostro.
Enséñame otra vez lo que es confiar sin miedo.
Porque solo Tú no decepcionas.
Amén.
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devocional con alguien que necesita reenfocar su mirada. Tal vez su fe está
rota… pero Jesús sigue ahí, esperando con paciencia.
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