Translate

martes, 16 de diciembre de 2025

✨ Dios siempre presente ✨

"Porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó."
— Romanos 1:19 📖


🌅 Para Empezar

Dios nunca ha estado oculto.

Nunca ha sido distante. Nunca ha guardado silencio por falta de amor o por desinterés en ti.

Desde el principio—desde el primer amanecer que pintó el cielo, desde la primera respiración que llenó los pulmones humanos—Dios se ha mostrado al ser humano de múltiples maneras:

En la creación que declara Su gloria.
En la conciencia que susurra lo correcto.
En la historia que cuenta Sus intervenciones.
En Su Palabra que revela Su corazón.
Y de forma perfecta, completa, imposible de ignorar... en Cristo.

Así que aquí está la verdad incómoda que necesitamos enfrentar:

El problema nunca ha sido la ausencia de Dios.

El problema ha sido el orgullo del hombre.

Un orgullo sutil. Disfrazado. Que no siempre grita "no creo en Dios." A veces simplemente susurra:

"Yo puedo solo."
"No necesito a nadie."
"Yo decido lo que es verdad para mí."
"Cuando esté listo, cuando lo necesite, ahí buscaré a Dios."

Y así, con los ojos abiertos, muchos no ven.
Con el corazón latiendo, muchos no sienten.
Con la vida en las manos, muchos no reconocen la Fuente de donde vino.


🌿 Reflexión

Déjame decirte algo sobre el orgullo: No siempre grita.

A veces—la mayoría de las veces—simplemente ignora.

Ignora a Dios cuando todo parece ir bien. "¿Para qué lo necesito si estoy bien así?"

Ignora Su voz cuando incomoda. Cuando dice cosas que no queremos escuchar sobre cómo estamos viviendo.

Ignora Su verdad cuando confronta. Cuando choca con lo que ya decidimos creer o con la vida que ya construimos.

Y aquí está lo que muchos no entienden:

Reconocer a Dios no es solo creer que existe.

Puedes creer que Dios existe y vivir como si no existiera. Muchos lo hacen. Creen en Dios los domingos y viven sin Él de lunes a sábado.

Reconocer a Dios es otra cosa completamente diferente:

Es rendir el control. Ese control que sostienes con tanta fuerza que te duelen las manos.

Es aceptar que no somos el centro del universo. Que nuestros planes no son los únicos válidos. Que nuestra perspectiva no es la única correcta.

Es admitir—y esto duele al orgullo más que nada—que necesitamos ser guiados. Que no lo sabemos todo. Que no podemos con todo. Que no somos suficientes por nosotros mismos.

Y ahí es donde muchos se detienen.

Porque reconocer a Dios implica bajar la guardia. Soltar la imagen de que lo tienes todo bajo control. Aceptar que hay cosas que no entiendes y que no puedes sostener todo con tus propias manos.

Y eso aterroriza al orgullo.

Pero hay una verdad que transforma la vida cuando finalmente la dejas entrar:

Cuando dejamos de resistir a Dios, empezamos a vivir de verdad.

No a sobrevivir. No a pretender. No a cargar todo solos hasta quebrarnos.

A vivir.

La plenitud no comienza cuando lo entendemos todo. Nunca empezará ahí porque nunca entenderemos todo.

Comienza cuando reconocemos a Aquel que lo sostiene todo. Cuando dejamos de intentar ser Dios en nuestras propias vidas y permitimos que Dios sea Dios.


📜 Historia Bíblica

Juan 9 — El ciego de nacimiento

Esta historia es irónica de la forma más dolorosa.

Los fariseos—los líderes religiosos, los que estudiaban las Escrituras día y noche, los que podían recitar la ley de memoria—veían perfectamente con los ojos.

Pero estaban completamente ciegos por dentro.

Había un hombre que nació ciego. Nunca había visto un amanecer. Nunca había visto el rostro de su madre. Pasaba sus días mendigando porque, en esa sociedad, no había lugar para alguien como él.

Hasta que Jesús lo sanó.

Y este hombre—sin estudios teológicos, sin estatus religioso, sin respuestas complicadas—simplemente dijo la verdad más poderosa: "Antes no veía, ahora veo."

No pudo explicar cómo. No entendió la teología detrás. No tenía todas las respuestas.

Solo sabía que su vida había sido tocada por algo—por Alguien—más grande que él.

Mientras tanto, los fariseos interrogaban, cuestionaban, resistían. Se aferraban a su orgullo religioso, a sus tradiciones, a su necesidad de controlar y entender todo.

Preferían su ceguera cómoda que admitir que había algo—Alguien—que estaba más allá de sus esquemas.

Y Jesús les dijo algo devastador:

"Si fueran ciegos, no tendrían pecado; pero ahora, porque dicen: 'vemos', su pecado permanece."

Traducción: El problema no era que no pudieran ver. El problema era que insistían en que ya veían todo perfectamente.

No era falta de luz. Era exceso de orgullo.


💡 Verdad para Hoy

Graba estas verdades en lo profundo:

·         Dios siempre se ha mostrado. El corazón decide si lo reconoce.

Las señales están por todas partes. En cada respiración. En cada amanecer. En cada momento de belleza que te detiene en seco. En cada vez que tu conciencia te dice "esto no está bien." Dios no se esconde. Nosotros cerramos los ojos.

·         El orgullo endurece. La humildad abre los ojos.

El orgullo construye muros. La humildad abre puertas. Uno te deja solo. La otra te conecta con la Fuente de vida.

·         No ver a Dios no es falta de señales. Es resistencia interior.

No es que Él no esté hablando. Es que no queremos escuchar lo que tiene que decirnos.

·         Reconocer a Dios no nos hace débiles. Nos hace plenos.

La verdadera fortaleza no viene de sostenerlo todo solo. Viene de saber quién te sostiene.

·         La vida comienza a ordenarse cuando dejamos de ser el centro.

Cuando Dios ocupa Su lugar correcto—en el centro—todo lo demás encuentra su lugar también.

No fuimos creados para vivir separados de Dios, funcionando con nuestras propias fuerzas hasta agotarnos.

Fuimos creados para vivir conscientes de Su presencia. Conectados. Sostenidos. Guiados.


🔍 Dato Curioso Bíblico

En hebreo, la palabra para "reconocer" es yada.

Y no significa simplemente saber que algo existe. No es conocimiento intelectual, como saber que París es la capital de Francia.

Es conocer de manera íntima, relacional, profunda.

Es el mismo verbo que se usa cuando la Biblia dice que Adán "conoció" a Eva y tuvieron hijos. Es cercanía. Intimidad. Conexión real.

Dios no busca ser solo aceptado intelectualmente. No quiere que solo marquemos una casilla que dice "creo en Dios."

Busca ser reconocido con el corazón.

Quiere relación. Cercanía. Que lo conozcamos no solo como un concepto, sino como Padre. Como Amigo. Como Quien sostiene cada aspecto de nuestras vidas.


🤔 Preguntas para el Alma

Respira. Sé honesto contigo mismo:

·         ¿Hay áreas de mi vida donde sigo diciendo "yo puedo solo"?
¿El trabajo? ¿Las finanzas? ¿Las relaciones? ¿La salud mental? ¿Dónde estás cargando solo lo que no fuiste diseñado para cargar solo?

·         ¿Qué verdades de Dios he evitado porque confrontan mi orgullo?
¿Sobre el perdón? ¿Sobre soltar el control? ¿Sobre cómo estás viviendo? ¿Qué sabes que Dios ha estado diciendo, pero no quieres escuchar?

·         ¿Estoy reconociendo a Dios solo en palabras... o también en decisiones?
¿Oras, pero luego haces lo que quieres? ¿Dices que confías, pero vives ansioso? ¿Hay congruencia entre lo que dices y cómo vives?

·         ¿Qué cambiaría en mi vida si realmente pusiera a Dios en el centro?
No como decoración. No como un complemento. En el centro de todo.


🌱 Acciones Sencillas para Cada Día

No te abrumes. Empieza pequeño:

Di en oración cada mañana:
"Señor, quita de mí todo orgullo que me impide verte claramente."

Antes de tomar decisiones importantes, detente y pregunta: "¿Qué diría Dios sobre esto?" No sigas hasta escuchar.

Escucha más. Defiéndete menos.
Cuando alguien te confronta o cuando tu conciencia habla, resiste el impulso de justificarte automáticamente.

Agradece a Dios incluso por lo que no entiendes.
"Gracias por esto, aunque no sepa por qué está pasando. Confío en que Tú sí lo sabes."

Recuérdate durante el día:
"Vivir pleno empieza con reconocer a Dios, no con controlarlo todo."


💭 Pensamiento del Día

Cuando dejamos de resistir a Dios, comenzamos a vivir plenamente.


🙏 Oración

Señor, hoy reconozco algo difícil:

Muchas veces te vi... pero no quise mirarte de verdad.
Te escuché... pero no quise obedecer.
Te conocía de nombre, pero no te reconocí en mi vida diaria.

Quita de mí todo orgullo que me aleja de Tu verdad.
Ese orgullo sutil que dice "puedo solo", "no necesito ayuda", "yo sé mejor."

Enséñame a vivir consciente de Tu presencia.
Que no solo crea en Ti como un concepto, sino que te reconozca en cada área de mi vida.

Quiero vivir pleno. Y sé que eso solo es posible contigo en el centro.

Amén.


"Cuando el hombre deja de resistirse a Dios, empieza a vivir en plenitud. No en perfección. No sin problemas. Pero en plenitud."


📲 Síguenos para Más Contenido

🔸 Canal de WhatsApp: Destello de Vida
🔸 Grupo WhatsApp: Únete Aquí
🔸 TikTok: @destellode.vida
🔸 YouTube: Destello de Vida
🔸 Instagram: @destellode.vida
🔗 Todos los enlaces disponibles aquí


🤝 Comparte Este Devocional

Tal vez alguien necesita hoy abrir los ojos del corazón y descubrir que Dios siempre estuvo ahí, esperando—no con impaciencia, sino con amor—a ser reconocido.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

✨ Dios siempre presente ✨

"Porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó." — Romanos 1:19 📖 🌅 Para Empezar Dio...