"Porque
lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó."
— Romanos 1:19 📖
🌅 Para Empezar
Dios
nunca ha estado oculto.
Nunca
ha sido distante. Nunca ha guardado silencio por falta de amor o por desinterés
en ti.
Desde
el principio—desde el primer amanecer que pintó el cielo, desde la primera
respiración que llenó los pulmones humanos—Dios se ha mostrado al ser humano de
múltiples maneras:
En la
creación que declara Su gloria.
En la conciencia que susurra lo correcto.
En la historia que cuenta Sus intervenciones.
En Su Palabra que revela Su corazón.
Y de forma perfecta, completa, imposible de ignorar... en Cristo.
Así que
aquí está la verdad incómoda que necesitamos enfrentar:
El
problema nunca ha sido la ausencia de Dios.
El
problema ha sido el orgullo del hombre.
Un
orgullo sutil. Disfrazado. Que no siempre grita "no creo en Dios." A
veces simplemente susurra:
"Yo
puedo solo."
"No necesito a nadie."
"Yo decido lo que es verdad para mí."
"Cuando esté listo, cuando lo necesite, ahí buscaré a Dios."
Y así,
con los ojos abiertos, muchos no ven.
Con el corazón latiendo, muchos no sienten.
Con la vida en las manos, muchos no reconocen la Fuente de donde vino.
🌿 Reflexión
Déjame
decirte algo sobre el orgullo: No siempre grita.
A
veces—la mayoría de las veces—simplemente ignora.
Ignora
a Dios cuando todo parece ir bien. "¿Para qué lo necesito si estoy bien
así?"
Ignora
Su voz cuando incomoda. Cuando dice cosas que no queremos escuchar sobre cómo
estamos viviendo.
Ignora
Su verdad cuando confronta. Cuando choca con lo que ya decidimos creer o con la
vida que ya construimos.
Y aquí
está lo que muchos no entienden:
Reconocer
a Dios no es solo creer que existe.
Puedes
creer que Dios existe y vivir como si no existiera. Muchos lo hacen. Creen en
Dios los domingos y viven sin Él de lunes a sábado.
Reconocer
a Dios es otra cosa completamente diferente:
Es
rendir el control. Ese control que sostienes con tanta fuerza que te duelen las
manos.
Es
aceptar que no somos el centro del universo. Que nuestros planes no son los
únicos válidos. Que nuestra perspectiva no es la única correcta.
Es
admitir—y esto duele al orgullo más que nada—que necesitamos ser guiados. Que
no lo sabemos todo. Que no podemos con todo. Que no somos suficientes por
nosotros mismos.
Y ahí
es donde muchos se detienen.
Porque
reconocer a Dios implica bajar la guardia. Soltar la imagen de que lo tienes
todo bajo control. Aceptar que hay cosas que no entiendes y que no puedes
sostener todo con tus propias manos.
Y eso
aterroriza al orgullo.
Pero
hay una verdad que transforma la vida cuando finalmente la dejas entrar:
Cuando
dejamos de resistir a Dios, empezamos a vivir de verdad.
No a
sobrevivir. No a pretender. No a cargar todo solos hasta quebrarnos.
A
vivir.
La
plenitud no comienza cuando lo entendemos todo. Nunca empezará ahí porque nunca
entenderemos todo.
Comienza
cuando reconocemos a Aquel que lo sostiene todo. Cuando dejamos de intentar ser
Dios en nuestras propias vidas y permitimos que Dios sea Dios.
📜 Historia Bíblica
Juan
9 — El ciego de nacimiento
Esta
historia es irónica de la forma más dolorosa.
Los
fariseos—los líderes religiosos, los que estudiaban las Escrituras día y noche,
los que podían recitar la ley de memoria—veían perfectamente con los ojos.
Pero
estaban completamente ciegos por dentro.
Había
un hombre que nació ciego. Nunca había visto un amanecer. Nunca había visto el
rostro de su madre. Pasaba sus días mendigando porque, en esa sociedad, no
había lugar para alguien como él.
Hasta
que Jesús lo sanó.
Y este
hombre—sin estudios teológicos, sin estatus religioso, sin respuestas
complicadas—simplemente dijo la verdad más poderosa: "Antes no veía, ahora
veo."
No pudo
explicar cómo. No entendió la teología detrás. No tenía todas las respuestas.
Solo
sabía que su vida había sido tocada por algo—por Alguien—más grande que él.
Mientras
tanto, los fariseos interrogaban, cuestionaban, resistían. Se aferraban a su
orgullo religioso, a sus tradiciones, a su necesidad de controlar y entender
todo.
Preferían
su ceguera cómoda que admitir que había algo—Alguien—que estaba más allá de sus
esquemas.
Y Jesús
les dijo algo devastador:
"Si
fueran ciegos, no tendrían pecado; pero ahora, porque dicen: 'vemos', su pecado
permanece."
Traducción:
El problema no era que no pudieran ver. El problema era que insistían en que ya
veían todo perfectamente.
No era
falta de luz. Era exceso de orgullo.
💡 Verdad para Hoy
Graba
estas verdades en lo profundo:
·
Dios
siempre se ha mostrado. El corazón decide si lo reconoce.
Las
señales están por todas partes. En cada respiración. En cada amanecer. En cada
momento de belleza que te detiene en seco. En cada vez que tu conciencia te
dice "esto no está bien." Dios no se esconde. Nosotros cerramos los
ojos.
·
El
orgullo endurece. La humildad abre los ojos.
El
orgullo construye muros. La humildad abre puertas. Uno te deja solo. La otra te
conecta con la Fuente de vida.
·
No
ver a Dios no es falta de señales. Es resistencia interior.
No
es que Él no esté hablando. Es que no queremos escuchar lo que tiene que
decirnos.
·
Reconocer
a Dios no nos hace débiles. Nos hace plenos.
La
verdadera fortaleza no viene de sostenerlo todo solo. Viene de saber quién te
sostiene.
·
La
vida comienza a ordenarse cuando dejamos de ser el centro.
Cuando
Dios ocupa Su lugar correcto—en el centro—todo lo demás encuentra su lugar
también.
No
fuimos creados para vivir separados de Dios, funcionando con nuestras propias
fuerzas hasta agotarnos.
Fuimos
creados para vivir conscientes de Su presencia. Conectados. Sostenidos.
Guiados.
🔍 Dato Curioso Bíblico
En
hebreo, la palabra para "reconocer" es yada.
Y no
significa simplemente saber que algo existe. No es conocimiento intelectual,
como saber que París es la capital de Francia.
Es
conocer de manera íntima, relacional, profunda.
Es el
mismo verbo que se usa cuando la Biblia dice que Adán "conoció" a Eva
y tuvieron hijos. Es cercanía. Intimidad. Conexión real.
Dios no
busca ser solo aceptado intelectualmente. No quiere que solo marquemos una
casilla que dice "creo en Dios."
Busca
ser reconocido con el corazón.
Quiere
relación. Cercanía. Que lo conozcamos no solo como un concepto, sino como
Padre. Como Amigo. Como Quien sostiene cada aspecto de nuestras vidas.
🤔 Preguntas para el Alma
Respira.
Sé honesto contigo mismo:
·
¿Hay
áreas de mi vida donde sigo diciendo "yo puedo solo"?
¿El trabajo? ¿Las finanzas? ¿Las relaciones? ¿La salud mental? ¿Dónde estás
cargando solo lo que no fuiste diseñado para cargar solo?
·
¿Qué
verdades de Dios he evitado porque confrontan mi orgullo?
¿Sobre el perdón? ¿Sobre soltar el control? ¿Sobre cómo estás viviendo? ¿Qué
sabes que Dios ha estado diciendo, pero no quieres escuchar?
·
¿Estoy
reconociendo a Dios solo en palabras... o también en decisiones?
¿Oras, pero luego haces lo que quieres? ¿Dices que confías, pero vives ansioso?
¿Hay congruencia entre lo que dices y cómo vives?
·
¿Qué
cambiaría en mi vida si realmente pusiera a Dios en el centro?
No como decoración. No como un complemento. En el centro de todo.
🌱 Acciones Sencillas para Cada Día
No te
abrumes. Empieza pequeño:
✅
Di en oración cada mañana:
"Señor, quita de mí todo orgullo que me impide verte claramente."
✅
Antes de tomar decisiones importantes, detente y pregunta: "¿Qué
diría Dios sobre esto?" No sigas hasta escuchar.
✅
Escucha más. Defiéndete menos.
Cuando alguien te confronta o cuando tu conciencia habla, resiste el impulso de
justificarte automáticamente.
✅
Agradece a Dios incluso por lo que no entiendes.
"Gracias por esto, aunque no sepa por qué está pasando. Confío en que Tú
sí lo sabes."
✅
Recuérdate durante el día:
"Vivir pleno empieza con reconocer a Dios, no con controlarlo
todo."
💭 Pensamiento del Día
Cuando
dejamos de resistir a Dios, comenzamos a vivir plenamente.
🙏 Oración
Señor,
hoy reconozco algo difícil:
Muchas
veces te vi... pero no quise mirarte de verdad.
Te escuché... pero no quise obedecer.
Te conocía de nombre, pero no te reconocí en mi vida diaria.
Quita
de mí todo orgullo que me aleja de Tu verdad.
Ese orgullo sutil que dice "puedo solo", "no necesito
ayuda", "yo sé mejor."
Enséñame
a vivir consciente de Tu presencia.
Que no solo crea en Ti como un concepto, sino que te reconozca en cada área
de mi vida.
Quiero
vivir pleno. Y sé que eso solo es posible contigo en el centro.
Amén.
✨ "Cuando el hombre deja de resistirse a Dios,
empieza a vivir en plenitud. No en perfección. No sin problemas. Pero en
plenitud."
📲 Síguenos para Más Contenido
🔸 Canal
de WhatsApp: Destello de
Vida
🔸 Grupo
WhatsApp: Únete
Aquí
🔸 TikTok: @destellode.vida
🔸 YouTube: Destello de Vida
🔸 Instagram: @destellode.vida
🔗 Todos los enlaces disponibles
aquí
🤝 Comparte Este Devocional
Tal
vez alguien necesita hoy abrir los ojos del corazón y descubrir que Dios
siempre estuvo ahí, esperando—no con impaciencia, sino con amor—a ser
reconocido. ✨
No hay comentarios.:
Publicar un comentario