“Pero
la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó,
sobreabundó la gracia.” — Romanos 5:20 (RVR1960)
Este
versículo no es simplemente un consuelo, es una revolución.
Pablo, escribiendo desde su comprensión profunda del evangelio, presenta aquí el
corazón mismo de la redención cristiana: el pecado nunca tendrá la última
palabra.
La
gracia no es igual al pecado. No lo equilibra.
Lo
sobrepasa. Lo cubre. Lo transforma.
Y no se
trata de una comparación matemática. No es: "Si pecaste cinco veces,
tienes cinco oportunidades."
Es más bien: "Aunque hayas caído mil veces… la gracia sigue llegando antes
que el juicio, y con más fuerza."
El
verbo “sobreabundó” en el original griego (hyperperisseuō)
significa literalmente: desbordar en exceso, abundar más allá de toda medida.
En otras palabras:
No
importa cuánto fallaste. La gracia no llega tarde. Llega más grande.
💭 Reflexión:
Hay
quienes entienden mal la gracia. Piensan que es un permiso divino para
continuar en una vida vacía, o una excusa para no cambiar.
Pero eso es reducir la gracia a algo superficial, cuando en realidad es una
fuerza viva, transformadora, poderosa.
La
gracia no nos encuentra para dejarnos donde estamos.
Nos encuentra… para levantarnos.
Cuando
hemos caído, la culpa grita: “No mereces volver.”
Pero la gracia responde: “Yo te levanto.”
Cuando tropezamos una y otra vez, la mente dice: “No vas a cambiar.”
Pero la gracia murmura con ternura: “Yo estoy obrando dentro de ti.”
Dios no
ignora el pecado, pero no lo deja ser el fin de tu historia.
La
gracia no niega el dolor. Lo redime.
No borra tu pasado. Le da un propósito.
No justifica tu error. Te ofrece una salida.
✨La mujer sorprendida en adulterio (Juan 8:1–11)
Atrapada,
humillada y llevada a los pies del Maestro.
No había defensa posible.
La ley exigía condena.
Pero Jesús, la gracia encarnada, se agachó, escribió en la tierra y dijo:
“El que
de ustedes esté sin pecado, que arroje la primera piedra.”
Uno por
uno, todos se fueron.
Y
entonces, sin condenarla, le dice:
“Ni yo
te condeno; vete y no peques más.”
En esa frase hay dos verdades que solo la gracia puede unir:
- No te condeno.
- No sigas igual.
La
gracia no la aplaudió, pero tampoco la aplastó.
La restauró. Y le dio un nuevo camino.
🧬 El poder de sentirse perdonado
Según
la psicología, el sentimiento de perdón genuino —especialmente el auto-perdón o
perdón recibido de una figura significativa— tiene un impacto profundo en la
transformación de la conducta humana.
Las personas que creen sinceramente que han sido perdonadas son más propensas a
cambiar, a ser empáticas, y a liberarse de ciclos de autodestrucción.
La
culpa paraliza.
La gracia impulsa.
La
transformación empieza cuando dejamos de correr de Dios y comenzamos a correr
hacia Él.
Cuando creemos que a pesar de todo… todavía somos amados.
🧍🏽♂️ John Newton – autor de “Sublime
Gracia”
John
Newton fue un traficante de esclavos. Su vida estuvo llena de maldad, orgullo y
abuso.
Pero tras un encuentro radical con la gracia de Dios, se convirtió en pastor,
abolicionista, y escritor del himno cristiano más conocido del mundo: “Amazing
Grace” (Sublime Gracia).
“Sublime
gracia del Señor, que a un infeliz salvó.
Fui ciego, mas hoy veo yo. Perdido y Él me halló.”
Su
historia nos recuerda:
No importa lo profundo de tu oscuridad…
La gracia siempre sabe cómo encender la luz.
❓ Preguntas para meditar:
- ¿Has estado viviendo bajo culpa en lugar de gracia?
- ¿Qué parte de ti cree que no puede cambiar?
- ¿Estás dispuesto a creer que la gracia de Dios es más grande que tu peor error?
- ¿Cómo sería tu vida si vivieras desde el amor, en lugar del miedo?
💡 Pensamiento del día:
“No
se trata de cuántas veces has tropezado, sino de cuánto confías en Dios, el que
siempre te levanta.”
🙏 Oración:
Señor,
gracias por tu gracia que no solo me alcanza, sino que me transforma.
Gracias porque en mis caídas, no veo rechazo, sino una mano extendida.
Llévame más allá del remordimiento y condúceme al arrepentimiento que trae
vida.
Enséñame a caminar renovado, confiando en que Tu amor siempre es más grande que
mis fallas.
En el nombre de Jesús,
Amén.
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