“Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que
es en Cristo Jesús.”
— 1 Timoteo 1:14 📖
🌿 Reflexión
Solo
cuando conoces a Cristo de verdad, entiendes lo que significa ser amado sin
condiciones.
No un amor que se gana, sino un amor que rescata.
Un amor que, aun viendo cada rincón del alma, decide quedarse.
Antes,
uno podía pensar que amar a Dios era solo cuestión de reglas o religiosidad.
Pero cuando su amor te toca, algo dentro de ti cambia para siempre.
Porque el amor de Cristo no solo te limpia, te convence de que la vida junto a
Él es el mayor regalo.
A veces
tropezamos, fallamos, dudamos.
Y ahí, justo en el momento donde el enemigo susurra “ya no hay perdón para ti”,
Dios responde con un abrazo invisible y una voz firme que dice:
“Mi amor cubre multitud de pecados.”
Su amor
no ignora tu error; lo transforma.
Donde hubo vergüenza, Él planta dignidad.
Donde hubo culpa, Él siembra propósito.
Porque donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia.
Y
cuando uno comprende eso, ya no corre lejos de Dios, sino hacia Él.
Ya no se esconde, sino que se rinde.
Porque el corazón que ha probado la misericordia no necesita demostrar nada
más;
solo adorar, vivir y respirar para honrar al que lo amó primero.
El amor
de Cristo no borra tu historia, la redime.
No te pide olvidar tu pasado, te enseña a verlo a la luz del perdón.
Y desde esa gracia, todo cambia:
la forma de verte, la forma de amar, la forma de vivir.
Así
que, cuando sientas que fallaste demasiado, recuerda esto:
No hay pecado tan grande que el amor de Dios no pueda cubrir.
No hay caída tan profunda que Su mano no alcance.
Y no hay alma tan rota que Su gracia no pueda reconstruir.
📚 Dato curioso
🔹
La palabra “gracia” en el griego (charis) significa “favor
inmerecido”, pero también “belleza”.
Esto nos enseña que el amor de Dios no solo nos perdona, sino que también nos
embellece espiritualmente.
Cada vez que caes y te levantas en Su gracia, el alma se vuelve más fuerte y
más luminosa.
🔍 Preguntas para meditar
1.
¿Estoy
corriendo hacia Dios o alejándome de Él después de fallar?
2.
¿He
permitido que Su amor sane las áreas donde aún cargo culpa?
3.
¿Cómo
puedo reflejar esa misma gracia hacia otros?
🌱 Consejos prácticos
✅
Cuando sientas culpa, no te escondas: corre a la presencia de Dios y habla con
sinceridad.
✅
Escribe tres cosas que Dios ya transformó en tu vida; son testimonio de Su
fidelidad.
✅
Perdona a otros con la misma gracia con la que fuiste perdonado.
✅
Recuerda que no hay caída tan profunda que el amor de Cristo no pueda alcanzar.
💭 Pensamientos del día
“No
hay oscuridad tan densa que el amor de Cristo no pueda iluminar.”
🙏 Oración
Señor Jesús, gracias por amarme incluso cuando no lo merezco.
Gracias porque tu amor no se cansa, no se acaba, no me suelta.
Hoy corro hacia Ti, no para esconder mis errores, sino para entregártelos.
Límpialos con tu gracia, cúbrelos con tu amor,
y enséñame a vivir con un corazón rendido y agradecido.
Solo en Ti encuentro la plenitud que mi alma buscaba. 💖
Amén.
📲 Síguenos para más contenido
que edifique tu vida
🔸 Canal de WhatsApp: Destello de Vida
🔸 Grupo
WhatsApp: Únete
Aquí
🔸 TikTok: @destellode.vida
🔸 YouTube: Destello de Vida
🔸 Instagram: @destellode.vida
🔗 Todos los enlaces aquí
🤝 Comparte este devocional
Tal vez alguien necesita recordar hoy que el amor de Dios no expulsa,
abraza; no acusa, restaura; no señala, salva. ✨
No hay comentarios.:
Publicar un comentario