Dios sana nuestras heridas

Hemos aprendido a vivir con el dolor, a seguir adelante tratando de ignorarlos, a esconder heridas que aún duelen. Pero Dios no nos creó para arrastrar cicatrices sin sanar. Él quiere restaurarnos por completo.

Dios no ignora nuestro sufrimiento, lo abraza. No minimiza nuestro dolor, lo sana. No nos dice que sigamos adelante sin más, nos toma de la mano y camina con nosotros.

Tal vez el proceso no sea inmediato, tal vez sanar duela un poco… pero en Sus manos, cada herida se convierte en testimonio, cada lágrima en fortaleza, cada fragmento roto en algo hermoso.

Dios es el único que puede sanar desde adentro de nuestro interior y hacernos nuevos otra vez.

📌 Consejos Prácticos:

• No ignores tu dolor, entrégaselo a Dios en oración.
• Rodéate de personas que te edifiquen y te recuerden el amor de Dios.
• Llena tu mente con Su verdad, no con pensamientos de derrota.
• Sé paciente con tu proceso, la sanidad toma tiempo.

📖 Lectura Bíblica:
Salmos 147:3 – "Él sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas."

📝 Pequeña Reflexión:
Cuando creemos que estamos demasiado rotos, Dios nos recuerda que en Su gracia, cada fragmento de nuestra historia es restaurado para formar una obra aún más hermosa de lo que imaginamos.

🙏 Oración:
Señor, aquí estoy con todo lo que hay en mi corazón. Tú conoces mi dolor, mis luchas y mis heridas. Hoy decido entregártelo todo. Sana mi corazón y lléname con Tu paz. Amén.

💡 Pensamiento del Día:
Cada herida en las manos de Dios encuentra sanación y propósito.

🕊 Versículo Adicional:
Mateo 11:28 – "Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso."

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