"Y
aconteció en el camino, en una posada, que Jehová le salió al encuentro y quiso
matarlo."
— Éxodo 4:24 📖
🌅 Para Empezar
Hay
momentos en la vida donde sientes que todo está alineado.
La
dirección es clara como el agua. El llamado es evidente. El siguiente paso está
justo ahí delante de ti, esperando que lo tomes.
Tal vez
acabas de recibir una confirmación. Una puerta se abrió. Una oportunidad
apareció. Un sueño está a punto de hacerse realidad.
Y te
sientes listo. Preparado. Emocionado por lo que viene.
Y, sin
embargo...
Es
precisamente ahí—en la frontera entre lo que fue y lo que Dios quiere
hacer—donde muchas veces ocurre algo inesperado: La interrupción.
El alto
en el camino.
El
momento incómodo donde Dios dice: "Espera. Antes de que cruces, hay algo
que debemos resolver."
No
porque quiera detenerte para siempre. No porque haya cambiado de opinión sobre
tu llamado. No porque disfrute verte frustrado.
Sino
porque hay algo que no puede ir contigo al siguiente nivel.
Algo
que en el nivel anterior era manejable, tolerado, incluso ignorado... pero que
en lo nuevo se convertiría en un obstáculo fatal.
Antes
de cruzar a lo nuevo, Dios revisa lo pendiente.
Y
aunque duele. Aunque incomoda. Aunque nos hace preguntarnos "¿por qué
justo ahora?"... Es un acto de amor.
🌿 Reflexión
Moisés
iba rumbo a cumplir el llamado más grande de su vida.
Piénsalo:
Dios mismo le había hablado desde una zarza ardiente. Le había dado señales
sobrenaturales. Le había prometido estar con él. La misión estaba clara como el
cristal: ir a Egipto y liberar al pueblo de Dios.
El
destino era Egipto. La misión era gigante. El llamado era innegable.
Pero en
el camino, Dios se le opone.
No un
enemigo. No faraón. No las circunstancias.
Dios
mismo.
Y el
texto dice: "quiso matarlo."
¿Qué?
¿Dios intentó matar al mismo hombre que acababa de llamar para liberar a Su
pueblo?
No
tiene sentido... hasta que entiendes el contexto.
Había
algo pequeño a los ojos humanos, algo que Moisés probablemente había
racionalizado, justificado, pospuesto.
Algo
que muchos dirían "no es para tanto." Algo que parecía insignificante
comparado con la magnitud del llamado.
Pero
era grande delante de Dios.
Era
desobediencia.
Y aquí
está la verdad que incomoda pero también libera:
Dios no
bendice solo nuestras buenas intenciones. Dios honra la obediencia.
Podemos
amar a Dios sinceramente. Podemos servirle con pasión. Podemos tener un llamado
claro, confirmado incluso por señales sobrenaturales.
Y aun
así cargar con asuntos pendientes que bloquean nuestro avance.
No todo
lo que Dios confronta es escandaloso. No siempre es algo que otros notarían. No
siempre aparece en los titulares.
A veces
es silencioso. Privado. Algo entre tú y Dios.
Pero
sigue siendo desobediencia.
Y la
desobediencia—sin importar cuán pequeña parezca—no puede acompañarte a lo nuevo
que Dios está preparando.
Porque
lo que es manejable en un nivel se vuelve devastador en otro.
📜 Historia Bíblica
Éxodo
4:24–26 — La frontera antes del propósito
Antes
de que Moisés entrara a Egipto...
Antes de que liberara al pueblo...
Antes de que viera el mar abrirse y el maná caer del cielo...
Antes de que su nombre quedara grabado en la historia...
Dios lo
detiene. En una posada. En el camino. Casi llegando. ¿Por qué?
Porque
Moisés iba a ir delante del pueblo de Dios a enseñarles obediencia. Iba a
llamarlos a seguir los mandamientos de Dios. Iba a ser la voz de Dios para
ellos.
Pero
había una área de su vida—su propia casa, su propia familia—donde él mismo no
había obedecido.
Dios le
había ordenado circuncidar a su hijo. Era parte del pacto. Era la señal de
pertenencia al pueblo de Dios. Y Moisés... simplemente no lo había hecho.
Tal vez
por comodidad. Tal vez por temor a la confrontación familiar. Tal vez pensó
"esto es algo pequeño, no importa realmente." Tal vez lo pospuso
tanto que eventualmente dejó de pensar en ello.
Pero
Dios no lo olvidó.
Y Dios
deja claro un principio eterno que aplica a todos nosotros: La autoridad
espiritual se sostiene con coherencia, no solo con palabras.
No
puedes liderar al pueblo de Dios mientras ignoras lo que Dios ya te habló en tu
propia casa.
No
puedes exigir obediencia de otros mientras desobedeces en privado.
No
puedes cruzar a lo nuevo cargando lo que Dios ya te dijo que sueltes.
💡 Verdad Para Hoy
Graba
estas verdades en lo profundo:
·
Los
asuntos pendientes no desaparecen con el tiempo.
El
tiempo no resuelve la desobediencia. Solo la pospone. Y lo pospuesto
eventualmente se convierte en bloqueado.
·
Lo
que no se resuelve se convierte en bloqueo.
Ese
"pequeño" asunto que sigues ignorando será el techo de cristal que te
impide avanzar.
·
Dios
no nos confronta para destruirnos, sino para alinearnos.
Cuando
Dios señala algo, no es porque quiera hacerte sentir mal. Es porque te ama
demasiado para dejarte bloqueado.
·
No
todo lo que duele es castigo. A veces es corrección amorosa.
Los
padres que aman corrigen. Dios que es Padre perfecto hace lo mismo.
·
La
frontera no se cruza con unción. Se cruza con obediencia.
Puedes
tener dones. Puedes tener llamado. Puedes tener unción. Pero si hay
desobediencia, no cruzarás. O cruzarás herido.
🔍 Dato Curioso Bíblico
En la
Biblia, cuando se habla de circuncisión, no es solo un acto físico.
En el
Nuevo Testamento, Pablo habla de una circuncisión del corazón (Romanos 2:29).
¿Qué
significa eso?
Significa
cortar. Remover. Separar.
Cortar
aquello que sobra.
Lo que estorba.
Lo que ya Dios señaló pero seguimos posponiendo.
Es
doloroso, sí. Nadie disfruta el proceso de cortar algo de su vida.
Pero es
necesario.
Porque
la obediencia siempre implica rendir algo. Soltar algo. Cortar algo que tal vez
hasta nos gusta o nos parece "no tan malo."
Pero
Dios ve más allá. Ve lo que ese "algo" se convertirá si lo llevamos
al siguiente nivel.
Y por
amor—por amor, no por dureza—nos dice: "Esto no puede ir contigo."
🤔 Preguntas para el Alma
Detente.
Respira. Pregúntate con brutal honestidad:
·
¿Cuál
es ese asunto que Dios ya me mostró y sigo evitando?
Tú sabes cuál es. Lo has sabido por un tiempo. ¿Qué es?
·
¿Le
he cambiado el nombre para hacerlo más tolerable?
¿Lo llamas "área gris" cuando Dios lo llamó pecado? ¿Lo llamas
"preferencia personal" cuando Dios lo llamó desobediencia?
·
¿Estoy
intentando avanzar sin resolver lo que Dios ya señaló?
¿Estás pidiendo bendición mientras ignoras la corrección? ¿Buscas lo nuevo
mientras te aferras a lo viejo?
·
¿Qué
me está pidiendo Dios que corte para poder seguir?
¿Una relación? ¿Un hábito? ¿Una actitud? ¿Un resentimiento? ¿Una justificación?
¿Qué es?
🌱 Acciones Sencillas Para Cada Día
No
huyas de lo que Dios está mostrando:
✅
Ora con honestidad:
"Señor, muéstrame lo que debo resolver. No me dejes justificarlo.
Muéstramelo con claridad."
✅
Nombra con claridad aquello que Dios ya te habló.
Escríbelo si es necesario. Deja de bailar alrededor. Llámalo por su nombre.
✅
No justifiques lo que Dios quiere transformar.
Deja de explicar por qué está ahí. Deja de compararte con otros que hacen peor.
Reconócelo.
✅
Da un paso concreto de obediencia, aunque incomode.
No esperes a sentirte listo. Da el paso. Haz la llamada. Suelta la cosa. Pide
perdón. Corta el lazo.
✅
Recuerda esta verdad:
"Al otro lado del dolor de la obediencia, está el propósito que Dios
preparó."
💭 Pensamiento Del Día
"Dios
honra la obediencia más allá del talento y la unción."
🙏 Oración
Señor,
no quiero quedarme detenido en la frontera.
No
quiero ser uno de esos "casi". Casi llegué. Casi lo logré. Casi
crucé.
Dame
un corazón sensible para obedecer, no solo para escuchar.
Dame
valentía para cortar lo que estorba, aunque duela, aunque cueste, aunque otros
no lo entiendan.
Dame
humildad para reconocer mis áreas pendientes sin justificaciones, sin
comparaciones, sin excusas.
Quiero caminar completo hacia lo que Tú has preparado para mí.
Amén.
✨
"Lo que no resolvemos en obediencia hoy, nos detiene mañana. Pero lo
que cortamos hoy por obediencia, nos libera para cruzar mañana."
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Tal vez
alguien está justo ahí, en la frontera. A un solo acto de obediencia de cruzar
a lo nuevo que Dios ya preparó. ✨
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