“Porque
el justo cae siete veces, pero vuelve a levantarse.”
— Proverbios 24:16 RVC 📖
🌅 Pensamiento Inicial
Sabes,
hay algo que he estado pensando últimamente... Antes de esperar que otros nos
comprendan, que tengan paciencia con nosotros o que nos den empatía, tal vez
deberíamos empezar por dárnosla a nosotros mismos.
Porque
seamos honestos: todos fallamos. Todos tropezamos. Todos la regamos de vez en
cuando. Y aun así, solemos ser increíblemente duros con nosotros mismos, mucho
más de lo que Dios jamás sería.
¿Sabes
qué? Dios no está esperando que seas perfecto. Solo está esperando que estés
dispuesto, que no sueltes Su mano cuando las cosas se pongan difíciles.
La
verdadera empatía empieza cuando entendemos algo fundamental: Dios no ha terminado
contigo. Todavía está trabajando en ti, moldeándote paso a paso, caída tras
caída, llevándote de gloria en gloria.
🌿 Reflexión
Mira,
cuando metemos la pata, generalmente reaccionamos de dos maneras:
— Nos
castigamos duramente.
— O nos rendimos demasiado pronto.
Pero
fíjate bien: Dios no hace ninguna de estas dos cosas.
Él
entiende perfectamente que transformarse no es cosa de un día. Sabe que el
carácter se forja justamente en esos momentos difíciles, cuando tropezamos y
tenemos que decidir si nos quedamos en el suelo o nos levantamos de nuevo. La
madurez nace precisamente ahí, donde luchamos.
Por
eso, cuando caes, Él no se va corriendo... al contrario, se acerca más. Cuando
resbalas, no te señala con el dedo... te sostiene. Cuando fallas, no te
descarta como si fueras un producto defectuoso... te restaura con amor.
La
empatía de verdad comienza cuando aprendemos a mirarnos a nosotros mismos como
Dios nos mira: con paciencia infinita, con esperanza real y con la certeza
absoluta de que nuestro triunfo viene por Su gracia, no porque seamos
perfectos.
Cada
vez que caes es realmente una invitación: para tomar la mano de Dios, para
levantarte otra vez, para recordar que Él todavía está escribiendo tu historia.
📜 Historia Bíblica — Pedro Negando a
Jesús y Siendo Restaurado (Juan 21)
Déjame
contarte sobre Pedro. Este hombre la regó, y la regó fuerte.
Había
prometido fidelidad eterna a Jesús. Le juró que nunca lo abandonaría, que
estaría con Él hasta el final. Y apenas unas horas después, lo negó tres veces
seguidas. Tres veces dijo "no lo conozco" cuando más lo necesitaba.
Falló.
Tropezó.
Rompió su propia palabra.
¿Y
sabes qué hizo Jesús después de resucitar? No apareció para echárselo en cara.
No llegó a humillarlo. No le dijo "te lo dije".
En la
orilla del mar, Jesús lo llamó con ternura:
"¿Me amas?"
No fue
condena, fue sanidad.
No fue castigo, fue oportunidad.
No fue el final, fue una nueva gloria.
Pedro
cayó... pero Jesús lo levantó.
Pedro resbaló... pero Jesús le extendió la mano.
Pedro pensó que su error lo descalificaba para siempre... pero Jesús lo envió a
pastorear Su iglesia.
Y
exactamente lo mismo hace contigo hoy.
💡 Verdad para Hoy
·
Dios
no se sorprende cuando fallas. Él ya preparó tu victoria desde antes.
·
La
transformación nunca es instantánea. Es un proceso "de gloria en
gloria", paso a paso.
·
Tus
caídas no cancelan tu propósito. En serio, no lo hacen.
·
Tratarte
con empatía no es debilidad, es honrar el proceso que Dios está haciendo en ti.
·
Si
te levantas, Dios continúa Su obra. Si te rindes, eres tú quien la detiene, no
Él.
🔍 Dato Curioso
¿Sabías
esto? En hebreo, la palabra "levantar" (qum) también significa
cumplir un propósito.
O sea
que cuando Dios te levanta, no solo te está restaurando... ¡te está
reposicionando para que sigas avanzando!
🤔 Preguntas para Meditar
Tómate
un momento y piensa en esto:
·
¿Estoy
siendo más duro conmigo mismo de lo que Dios es conmigo?
·
¿Qué
error reciente necesito ver con empatía en lugar de con culpa?
·
¿He
olvidado que Dios me está transformando de gloria en gloria?
·
¿Cómo
puedo levantarme hoy con la mano de Dios, y no solo con mis propias fuerzas?
🌱 Pasos Sencillos para Cada Día
1. Di esto en voz alta: "Puedo
caer, pero en Cristo siempre puedo levantarme."
2. Perdónate de verdad, como Dios ya
te perdonó.
3. Identifica un error reciente y
entrégaselo a Dios sin vergüenza ni drama.
4. Recuerda algún momento del pasado
en el que Él te levantó.
5. Declara victoria incluso antes de
verla con tus ojos.
💭 Pensamiento del Día
Lo
importante no es cuántas veces caes, sino cuántas veces permites que Dios te
levante.
🙏 Oración
Señor,
gracias porque me miras con misericordia aun cuando yo me trato con dureza.
Ayúdame
a darme empatía, a entender que estoy en proceso y que Tú me estás
transformando día tras día.
Dame
fuerza para levantarme, humildad para tomar Tu mano y fe para creer que me
llevas de gloria en gloria.
Restáurame,
levántame y guíame siempre.
Amén.
✨ La caída no define tu final; la mano de Dios sí.
📲 Síguenos para más contenido que
edifique tu vida
🔸 Canal de WhatsApp: Destello de
Vida
🔸 Grupo
WhatsApp: Únete
Aquí
🔸 TikTok: @destellode.vida
🔸 YouTube: Destello de Vida
🔸 Instagram: @destellode.vida
🔗 Todos los enlaces disponibles aquí
🤝 Comparte este devocional
Tal vez alguien hoy necesita escuchar que Dios no lo abandona cuando cae… Él lo levanta para una nueva gloria. ✨
No hay comentarios.:
Publicar un comentario